La vivienda está situada en un edificio construido en el año 1881. Se trata de una tercera planta con orientación este, que había sufrido varias reformas pero todavía conservaba determinados elementos característicos de las viviendas de la época, como los balcones de madera con fraileras exteriores y contraventanas interiores, la chimenea de mármol o el solado original de pizarra y mármol blanco en el salón y la alcoba.
La casa tenía una superficie útil de 83,85 m2, un dormitorio y un baño con ducha. En el muro de carga de la primera crujía los pies derechos estaban a la vista, de tal forma que al abrir la puerta principal se veía hasta la esquina opuesta del salón. En la segunda crujía, frente a la cocina, había un gran espacio libre sin utilidad. Los techos eran bajos salvo en el salón.
El objetivo de la reforma era realizar una vivienda de dos baños y dos dormitorios, conservando al máximo los elementos originales de la casa y recuperando la altura de techos.
El espacio más bonito de 33 m2, la zona exterior con tres balcones a la calle, se destina enteramente a salón. Para ello se cierran los huecos abiertos en el muro de carga, se recuperan las contraventanas y las fraileras y al no poder hacerse lo mismo con el pavimento que estaba en muy mal estado, se realiza un diseño en damero, replicando uno de los solados originales, pero todo en mármol blanco y negro enmarcado con piezas de pizarra de Bernardos, de 30×60 cm. Las molduras originales se conservan tal y como estaban, dejando visto el corte que evidencia la distribución original con una alcoba en la zona de la chimenea.
Para el resto de la casa se opta por un solado en sintonía con el del salón, de piezas de pizarra de la misma dimensión, con un despiece adecuado a cada estancia.
Siguiendo la estética del salón, Los acabados se realizan en color blanco, con toques de negro en piezas de mobiliario, como la cocina con muebles de laca negra y encimera de mármol Macael y se añaden grises en carpinterías interiores y naranja en la cocina, así como madera de teca, en el mueble diseñado para almacenamiento y para encastrar el horno y el microondas.
Se realiza un cuidado estudio de iluminación, diseñándose tiras continuas de luz empotradas en el solado o en candilejas del falso techo, focos empotrados en hornacinas de obra y en mobiliario diseñado a medida y luz baja cálida para el salón. Para la cocina y la zona de despacho del salón se escogen preciosas lámparas de Castiglioni: los modelos Splügen braü y Arco, respectivamente y el comedor se ilumina con una lámpara de araña antigua.
En la zona del dormitorio principal se diseña también un vestidor con baldas de vidrio, cajoneras de aluminio de oficina de la marca Bisley y barras de colgar de 3 m de longitud. En el baño principal se coloca un lavabo de porcelana del s. XIX de herencia familiar, para el que se diseña una estructura en acero inoxidable con toallero incorporado, que se completa con el diseño de dos cajoneras laterales de policarbonato hielo.
Se diseñan los sofás y la mesa de centro del salón, la estantería de obra de la zona de despacho y un aparador con hornacina iluminada en laca blanca y negra para el comedor.
El resto de los muebles de la casa son piezas muy escogidas, encontradas en mercadillos y tiendas de antigüedades o piezas de herencia familiar, que se mezclan con otros muebles de diseño muy moderno.
