Se realiza un diseño de mesa transparente con el objetivo de no obstaculizar la vista del pavimento sobre el que se coloca.
Por un lado, la mesa debía de ser transparente y por otro, ser lo suficientemente resistente para poder apoyar en ella las piernas al sentarse en los sofás para los que se diseña. Así que se realiza en policarbonato de 3 cm de espesor, un material más cálido que el vidrio.
El tamaño está en proporción con los sofás, situándose el sobre a la altura de los asientos. Otro de los requisitos era que pudiese servir de mesa para comer, sentándose en el suelo con las piernas cruzadas bajo ella, al estilo japonés. Por lo que el diseño final prescindió de cualquier estante intermedio que obstaculizase esta función.
La plancha de policarbonato se ha doblado en caliente curvando las esquinas, para que resultase más agradable.